sábado, 19 de febrero de 2011

Los skins bogotanos

A finales de la década de 1980 se dieron las primeras manifestaciones de un movimiento skinhead en Colombia. Medellín y Bogotá, las ciudades con mayor cantidad de jóvenes punks, vieron aparecer a los primeros rapados en sus barrios populares. Surge inicialmente la organización Rapados Unidos (RU) y se forman numerosas bandas de ska, oi! y hardcore que trataban de imitar la estética del movimiento y adaptarla a Colombia, con fuertes influencias del punk y del hardcore de Nueva York.
Sin embargo, la influencia de una ideología que reivindica la ultraviolencia y el nihilismo como factores de identidad terminó generando profundos sectarismos que fueron degenerando en el enfrentamiento de tendencias. RU se disuelve y surgen otros grupos, como Rechazo a la Explotación Animal (REA), muy influenciados por el movimiento de liberación animal, y la Resistencia Redskin, comunistas con fuertes vínculos con la Unión Patriótica y otras organizaciones y partidos de izquierda. Por otra parte, surgen los primeros supuestos nacional socialistas: Grupo de Rapados Anti Extrajeros (GRAE), conformado por jóvenes de familias acomodadas y antiguos punks y skinheads que habían sido marginados de otras tendencias por su consumo de drogas o por su absoluta carencia de ideales.
Del enfrentamiento contra la “alianza anticomunista” que intentó liderar GRAE, se disolvieron la mayoría de 'parches' y sólo se mantuvieron la Resistencia RedSkin y un sector antifascista de RAE. Estos grupos decidieron conformar, en 1994, la sección colombiana de los SHARP (Skinheads contra los prejuicios raciales), que fue abandonada por los comunistas en 1996 por la ausencia de un activismo social en esta organización. Posteriormente, grupos de anarcoskins, redskins, algunos punks y hardcoreros conformaron la sección bogotana de la organización internacional RASH (Skinheads rojos y anarquistas). Por su parte, la ideología ultraviolenta que, supuestamente, le da su identidad al movimiento de los cabezas rapadas, se fue incrustando fuertemente en algunos miembros de SHARP que llegaron, incluso, a intentar cambiarse el nombre, en 1999, para llamarse Skinheads contra los prejuicios radicales, agrediendo a otros skins, punks comunistas y anarquistas, rastas, rudeboys y raperos por mantener una postura ideológica clara y diferir de su actitud pandillesca.
Este enfrentamiento sólo logró que los grupos de ultraderecha se recompusieran y tratasen de conformar nuevas agrupaciones, esta vez, con relaciones políticas con los grupos paramilitares y con una actitud mucho más agresiva y territorializada. Ante esta realidad, las dos mayores agrupaciones, SHARP y RASH, y algunos grupos más pequeños conformaron la alianza Skinhead Bogotá, de forma que pudieran defenderse de las bandas neonazis.

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